Viviendo la presencia

La condición indispensable es que tienes que estar presente.

Presente en tu vida. Una vida que solo sucede en este instante, de forma continua.
Cuando no experimentas la alegría, por ejemplo, no es porque no esté disponible aquí y ahora, sino porque tu conciencia está abstraída en
pensamientos, recuerdos y proyecciones. Atrapada en el tiempo. Perdida en los corredores de la mente donde vives tu vida pensada. Una vida artificial, simulada y sin sentido.

Cuando no sientes plenitud es porque lo que lo que falta… eres tú.
¿Y quién querría ausentarse de la vida real? Todo aquel que sigue creyendo que puede escapar del dolor evadiendo la experiencia. Aquel que
cree que sus emociones son la causa del sufrimiento y corre a refugiarse en la mente para entretenerse en búsquedas absurdas que no le llevan a ninguna parte.

Aquel que trata de huir de su pasado insatisfactorio, usando el presente como un mero puente para alcanzar una vida mejor en un futuro inexistente.

¿Cómo podemos aprender a estar más presentes y conscientes en nuestra vida?

¿Cómo podemos relacionarnos con nuestras emociones sin sucumbir al deseo de ausentarnos cuando no nos gustan?

¿Cómo podemos aprovechar nuestro cuerpo físico para cultivar la presencia?

Responder de un modo comprensible, y sobre todo vivencial, a estas y otras muchas cuestiones acerca de nuestra naturaleza esencial, es el propósito que nos mueve a compartir este Taller de fin de semana.

Vivenciaremos prácticas de consciencia que nos anclan en el instante presente, para vivenciarlo con total entrega, discernimiento y amor, de manera que podamos ir integrando de manera natural este proceso para la vida diaria, con fáciles y motivadoras prácticas, elevando tu frecuencia en tan solo segundos.

Al terminar el retiro habrás aprendido diferentes prácticas para llevar a cabo en tu día a día, prácticas que enriquecen el instante, dan la posibilidad de un salto cuántico y te elevan la energía. Además, disfrutarás con el proceso.