Masaje tántrico

El tacto consciente y presente nos revela todo el amor que hay aquí ahora, en ti, en mí, en la vida, en todo lo que nos rodea.

Es un lazo de unión entre todas nuestras percepciones a través de los sentidos, pero cuando el propósito es unificar y sentir toda la plenitud que hay en cada toque, en cada caricia, en cada respiración, es un viaje a través de los sentidos para llevarnos a la comprensión de lo que somos.

Solo mediante la presencia se puede provocar este estado de comunión, relajación, amor, apertura tan amplio, que nos lleva al éxtasis más profundo.

Cuando nos acercamos al cuerpo desde esta mirada de amor, éste se siente reconocido, y se produce la apertura de goce profundo, innato en cada uno de nosotros, esperando ser despertado. La mente se disuelve y el amor ocupa todo el espacio, y en este espacio es donde se abre la conciencia. Al despertar la conciencia se empieza a reconocer la energía sexual llena de vitalidad, creatividad y placer.

En este espacio de presencia y comprensión comienzas a sentir la vida en un goce profundo, respetando y amando, cada momento en su plenitud. Cada caricia, cada respiración, el contacto del cuerpo con el suelo, el roce del viento…

El masaje tántrico nos acompaña en cada momento, atrévete a sentirlo.

Existe la creencia o el mito de que el masaje tántrico incluye los genitales, pero no tiene por que ser así. En los masajes profesionales que realizo no entramos en contacto con esta zona, no es necesario, porque lo importante es despertar la sensibilidad de todo el cuerpo, a través de entrar en un estado de conexión y meditación profunda, donde la mente se para, y podemos entrar en conexión mas útil, en esto precisamente consiste el Tantra.