El baile, cuando lo llevas a la máxima espresión del Amor, inevitablemente te conecta con el sentir Esencial, y sobre toda la Kizomba que es puro sentimiento, pura conexión.

Manteniendo la atención en la escucha interna, y llevando la atención simultaneamente a la sensibilidad de tu compañero, con la que el chico te dirige sin apenas rozarte, con un gesto del cuerpo, y de forma muy intuitiva te vas moviendo, al compás del chico, de la melodía, según él va señalándote con mucha sutileza, y sientes que te mueves interpretando la musicalidad para realizar los pasos con los distintos compases.

Teniendo una base de aprendizaje de los pasos de este sensual baile empiezas a disfrutar, sobre todo estando atento a esa sutileza en la que a través de la música, el movimiento, el contacto, sintiendo la propia respiración y la de tu compañero y la conexión que se genera entre la pareja de baile, estando totalmente metidos en la entrega, sin importar con quien estas compartiendo este bonito encuentro de baile, donde no existe nada más ni nadie más, aunque la pista de baile este llena es como si todo se fundiera en una sola Unidad.

Bailando Kizomba cuando pones la atención hacia una conexión interna contigo mismo, observando todas las sensaciones internas, observando tu respiración, soltando cualquier pensamiento y adentrándote hacia el sentir, es pura conciencia, es Tantra, disfrute, goce,  es meditación, presencia, fluidez, sentir, conexión…

Laura Cárcel

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